Un medicamento, para
empezar, es una sustancia química, sintética o natural solitaria o en combinación
con otras sustancias activas, capaz de inducir una respuesta biológica. Tales
respuestas biológicas son asociadas con la reversión o alivio de un malestar o
de un estado de enfermedad. Si una sustancia es capaz de reducir la temperatura
del cuerpo se utilizara entonces para aliviar la fiebre.
La industria farmacéutica,
a través de los años, ha desarrollado un sistema muy formal para aumentar los
beneficios del medicamento y reducir los posibles efectos tóxicos.
Centros de investigación
de todo el mundo que incluyen laboratorios químicos o biológicos,
universidades, hospitales y centros de investigación han desarrollado un
mecanismo para poner en el mercado sus desarrollos y descubrimientos con "moléculas
activas" cada vez más especificas y más seguras.
Existen aplicaciones
medicamentosas de centenares de sustancias de origen natural o de origen químico.
Estos productos no son patentables pues existen naturalmente o son sintetizados
o purificados con fines distintos a los farmacéuticos. Ejemplos de esos
productos con aplicaciones terapéuticas son; alcohol, acido bórico, glucosa,
sulfato ferroso, cloruro de sodio, acido acético, progesterona, albumina,
hidrocortisona y muchos otros. Algunos son producidos por órganos, otros por síntesis
química simple. Tales productos no pueden ser patentados, es decir, ningún
fabricante puede solicitar protección para que otros no fabriquen esos
productos. Sin embargo, variaciones de las moléculas o medios de síntesis o extracción
si pueden ser patentados
La insulina humana es
un producto biológico no patentable. Sin embargo, los métodos de producción
pueden serlo. Hacer que bacterias sinteticen masivamente insulina, en lugar de
extraerla de la sangre de animales es un proceso no convencional de producción
que es susceptible de protección por medio de una patente. El producto es
completamente compatible y exacto a la insulina producida por el páncreas
humano. Las ventajas de este tipo de producción son enormes.
Si un investigador
extrae una sustancia de origen natural y por medios químicos complejos reduce
los posibles efectos adversos y aumenta la eficacia o la estabilidad a través
de sustituciones en la molécula genera una sustancia que es distinta a la
original producida en la naturaleza. Si otro investigador ensaya una serie de
compuestos sintéticos y determina que las sustancias derivadas tienen actividad
biológica entonces puede patentarla.
Una vez que se descubre
actividad biológica de una sustancia se procede a ensayarla en animales de investigación.
Esta fase requiere un proceso analítico complejo en el cual se hacen pruebas
"in vitro" en órganos aislados o tejido animal o "in vivo"
en una animal completo. Todo tipo de parámetros se miden aquí. Eficacia,
toxicidad, efectos colaterales, dosis óptima, farmacocinética y farmacodinamia.
Simultáneamente se
procede a nombrar la sustancia ante un organismo internacional y de acuerdo a
los resultados en animales se inicia una fase farmacéutica que determina las
distintas formas en las cuales se podría dosificar en nuevo medicamento, además
de confirmar los parámetros químicos y farmacocinéticas. Una vez cubierto estos
elementos se inician pruebas en humanos. Hasta este momento, pueden haber
transcurrido de 4 a 6 años. Las pruebas en humanos voluntarios sanos y en
pacientes enfermos son autorizados luego de un proceso de selección clínica de
candidatos que podrían beneficiarse de la nueva droga.
Una vez concluidos
estos estudios, los hallazgos con todos los detalles son presentados a la
autoridad sanitaria, por ejemplo la FDA (Food and Drug Administration) de los
Estados Unidos. Este paso final puede tomar entre 2 y 4 años y mientras tanto
se sigue usando en pacientes que cumplan con un estricto protocolo de admisión,
centros y seguimiento. Esos estudios complementarios deben ser incluidos también
en el proceso de revisión por la FDA.
Los medicamentos que
siguen este largo y costoso proceso son denominados "Medicamentos
Originales" debido a que proceden de un desarrollo particular y no de síntesis
natural. El tiempo y la inversión es cuantiosa y por lo general la FDA otorga
un periodo de protección por patente que frecuentemente es de 10 a 20 años.
Luego de 10 años, cualquier otra empresa farmacéutica puede sintetizar o
producir la misma sustancia y lanzarla al mercado, previo cumplimiento del
requisito de Biodisponibilidad y Bioequivalencia.
La Biodisponibilidad se
refiere a la capacidad del compuesto en su forma de dosificación, por ejemplo,
tabletas, de ser absorbidos desde el tracto gastrointestinal a la misma
magnitud de la sustancia original. Si esto se logra entonces el producto es
igualmente Biodisponible al original. La Bioequivalencia se refiere a que el
medicamento en su forma de dosificación produce niveles sanguíneos y efectos idénticos en
el mismo tiempo que el original. Cuando estos dos parámetros se cumplen se dice
que la copia del medicamento original es tan buena como el original y por lo
tanto se le confiere la denominación AB. Con frecuencia los medicamentos
copiados son identificados por el nuevo fabricante como "copia" pero
ocasionalmente colocan un nombre de fantasía para diferenciarse en el mercado
del producto original a un precio inferior. Si el producto no lleva ningún
nombre de fantasía se le llama "Genérico" porque solo lleva el nombre
químico o de síntesis y solo se diferencia por el fabricante.
Para una misma
sustancia desarrollada se puede tener el nombre original, por ejemplo Viagra y otros fabricantes podrían llamarla
solo por su nombre genérico Sildenafil o colocarle un nombre de fantasía como
"Sinafil". En cualquier caso el genérico lleva implícitas unas economías
porque la empresa copiadora no tuvo que invertir todo el tiempo y dinero que
quienes efectuaron la investigación original.
El otro punto
importante a considerar en una "Copia" o en un "Genérico"
es la técnica de manufactura. Quienes efectuaron la investigación original
determinaron una "hoja maestra de producción" que tiene parámetros
muy confidenciales. La empresa que fabrica la copia tiene que hacer su propia investigación
para lanzar al mercado un producto tan efectivo y seguro como el
original.
En conclusión, un
producto farmacéutico "Original" posee características únicas en el
momento de su lanzamiento, una inversión cuantiosa en tiempo, en dinero y
muchos estudios clínicos que justificaron su efectividad y seguridad. La
sustancia activa de ese producto original tiene un nombre genérico. Cuando
expira el periodo de protección o "patente", otros productores son
libres de usar la sustancia genérica y fabricarla usando un nombre de fantasía
en el envase o simplemente usar su nombre genérico para comercializarla.
Un ejemplo es Tylenol
(Mc Neil)"Original" 1955, Panadol (Glaxo) o Atamel (Pfizer)
"Copias con nombre de fantasía" (Latinoamérica) o Acetaminofen
(industrias XYZ) "Genérico". El Acetaminofen es tambien
conocido como Paracetamol.
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